Introducción.
“Al entregar la segunda edición de “La racionalidad en la cosmovisión andina" nos congratulamos porque amplía y da continuidad en la edición de 1996. La hacemos con satisfacción porque al llegar al seno de las comunidades etnocampesinas inquietó a los lectores, que señalaban que alguna vez los libros trataban sobre el “modo de su sentir y vivir”. El libro mereció la atención de campesinos e indígenas de la comunidades de Tayacaja (Huancavelica), quienes tras examinar su contenido nos hicieron llegar sus reclamos porque no se explicaba el nombre de la comunidad o porque el uso de palabras de ‘runasimi’ (1) no correspondía a su contexto por la fonética y la forma de habla. Estos reclamos nos alegraron porque así sentimos que los lectores asumían el libro como un texto de su comunidad. Asimismo, en sus asambleas daban lectura de algunas partes del libro que les recordaban los valores morales y éticos que en el pasado ordenaban su cotidianidad. Era importante sentir lo que decían de nosotros: “Otros todavía tienen que hacernos recordar lo que nuestros abuelos decían y hacían para vivir en armonía” (2) y lo ponían en práctica.”
(1)‘ Runasimi’, ‘Habla del hombre’. Designa al idioma nativo de habla mayoritario que oficialmente se conoce como quechua.
(2) Al decir otros implícitamente se referían al autor del libro, un alguien “ajeno” que sin ser parte de ellos había recuperado estos valores para sustentar el libro.
En una de esas reuniones, los comuneros señalaron que estaba bien de que se trate sobre los valores de la comunidad, pero que se haga en forma completa y no fragmentada, y aludían a una máxima campesina que se reproduce en el libro: “Huk umalla, huk sunkulla, huk makilla” para ellos incompleta: luego nos señalaron que la visión correcta era “Huk umalla, huk sunkulla, huk makilla, kaqllara rimaspa, kaqllata euwaspa, allinlla ayllu hina kawsarinapaq”,(3) base de la vida en los Andes.”
(3) La traducción libre sería “Armonicemos el pensamiento que emana de la cabeza con el sentimiento del corazón para que nuestras manos fructifiquen cuando nuestra boca hable lo que debe hablar, nuestras manos hagan lo que deben hacer y así podamos vivir en armonía como en los ayllus”. Es una máxima Andina expresada en ‘runasimi’ que conjuga la unidad etnocampesina en el pensamiento, el sentimiento y la acción, condiciones para conservar la armonía totalizadora de la sociedad de bienestar o allin kawsay.
El aporte ha servido para examinar mejor la normativa andina que pauta la vida de sus habitantes. Así nos dimos cuenta que al analizar el libro se redescubrían como herederos de una tradición milenaria progresiva cargada de sapiencia, que evidencia su concepción acerca del mundo y esto nos llevó a incluir un capítulo sobre esa temática.”
“La racionalidad en la cosmovisión andina es el resultado sistematizado de experiencias de trabajo efectuado en el país entre las décadas de los sesenta y noventa del siglo XX, y lo mejor que va del presente siglo. Como punto de partida se considera que la memoria colectiva de los pueblos tiene sus propias raíces, fundamentos, componentes, racionalidad y dinámica, que sirven como fuerzas impulsoras para viabilizar procesos sustentables y sostenibles de cambio, pero que hasta hoy no fueron tomadas en cuenta. Por el contrario, el pensamiento moderno de Occidente ha considerado que las percepciones, representaciones, explicaciones, conocimientos y tecnologías andinas son una traba para el desarrollo y debían ser sustituidos o reemplazados.”
“Las percepciones exógenas, instrumentadas por el pensamiento eurocentrista grecorromano, judeocristiano y anglosajón, explican la cosmogonía andina desde sus propuestas para “integrar” estas sociedades a la sociedad nacional, oficial y occidental. En este sentido, nuestra propuesta privilegia lo que existe en la interioridad de la cultura andina, capaz de incorporar en su estructura elementos exógenos a través de procesos de recreación y reinterpretación para autoafirmarse y fortalecerse. La cultura andina, desde siempre, es móvil, dinámica y diferenciable de otras lógicas. El mundo andino tiene su propuesta explicativa, ajena a las escuelas y corrientes teóricas del pensamiento eurocentrista, tarea iniciada por algunos autores como nuestro José María Arguedas. La cosmogonía andina perdura desde tiempos inmemoriales porque su raíz está presente y sus frutos ya se perfilan para verse en el futuro. Por eso sus mitos son vigentes.”
“Al respecto, un hecho circunstancial nos impactó en Lima, cuando con Lorenzo Huertas Vallejo, maestro y amigo, hablábamos acerca de los mitos prehispánicos que correlacionan espacios y tiempos con eventos de desorden de la naturaleza, como el fenómeno de El Niño, el cambio climático, las inundaciones, las sequías, los terremotos y otros como las convulsiones sociales. Un adolescente que limpiaba nuestros calzados estaba atento a la conversación y al mito ‘Hapi ñuñu’ (4) que Lorenzo había encontrado en los archivos históricos, y de pronto nos dijo: “Esto es cierto, en mi pueblo también hay”. Nos relató que en su natal Lircay, Huancavelica había escuchado los mismos mitos. Nos habló de sus lugares sagrados, y de otros mitos de su pueblo. En Lima, el 16 de febrero de 2001, a inicios del siglo XXI y III milenio, descubrimos que los mitos prehispánicos sobre el origen del hombre y la cultura seguían vigentes, así como el hombre sigue viviendo de su propia historia.”
(4) El mito refiere que había un enano que tenía la propiedad de hacer dormir a las mujeres y luego ultrajarlas sexualmente sin importarle su edad y condiciones. Ante este hecho pidieron al padre Sol que castigue al enano. El padre Sol oyendo la súplica de los pueblos bajó cerca a la sierra recalentándola y los enanos huyeron hacia las profundidades y desde ese entonces dejaron de molestar a las mujeres.
“Es que el Perú tiene más de las dos terceras partes de la zonas de vidas registradas del mundo; es uno de los países que alberga la biodiversidad más vasta, con una heterogeneidad de recursos, economías, culturas, etnias, y lenguas vivas, condiciones que imposibilitan la uniformidad en la cultura y menos la homogeneización de la sociedad. La topografía corrugada de los andes hizo que sus habitantes desarrollen un amplio sistema de saberes y tecnologías que le han permitido coexistir y convivir con la naturaleza, considerada por los que no son del lugar como agreste. El hombre andino conoce las características de esta, sus cualidades y propiedades, y por eso la utiliza con racionalidad. Las nuevas tecnologías y las ciencias están llamadas a tomar en cuenta la ecología andina y el respeto a los saberes tradicionales de los pueblos que habitan en ella.”
“Los proyectos de promoción y desarrollo serán eficaces con la sabiduría y la tecnología ideada, innovada y aplicada por la sociedad andina que utiliza con racionalidad los recursos que la naturaleza madre ofrece, sin depredarla ni destruirla. Estos saberes y tecnologías, sin embargo, solo serán puestos en vigencia previa comprensión lógica del pensamiento y la cosmovisión andina, con su propio orden y componentes que definen sus características y aplicaciones; comprensión que, en la actualidad, es restringida por los escasos aportes teóricos y metodológicos para entenderla desde su interioridad.”
“Nuestro propósito es explicar la cosmovisión andina a partir de sus antecedentes, componentes y la perspectiva andina. Supone la construcción y uso de marcos teórico- metodológicos propios a fin de que los estudiosos de las ciencias aplicadas, técnicas y los agentes que intervienen en los pueblos etnocampesinos sepan comprenderla y ejercerla con respeto hacia tales culturas.”
“El texto explica, a partir de evidencias etnográficas y escritas, el proceso de la sociedad andina, y busca la identificación y rescate de los elementos de esta cultura que sirvan para la reconstrucción del anteproyecto andino del desarrollo, que siempre existió y que se mantuvo y mantiene latente en la memoria y prácticas colectivas, siempre en nuevas condiciones de existencia. Latente porque la ponen en vigencia cuando las propuestas exógenas, siempre condicionadas, fracasan, se truncan, se interrumpen o, simplemente, se suprimen. en estas circunstancias, la propuesta andina emerge y se hace vigente, y su aplicación asegura la producción material, aún en los períodos naturales y sociales más adversos. Es decir, como señala Claverías (1980), el autoproyecto de desarrollo andino existe y se constituye en la “primera opción” y, al mismo tiempo, en el “último recurso” para la producción de los satisfactores de la sociedad.”
“El hecho de que coyunturalmente la propuesta andina se haga vigente en una muestra de su potencialidad como alternativa para el desarrollo económico y social de la población andina, por lo que imperioso redescubrirlo en toda su dimensión si se quiere reconstruir la sociedad de la “armonía” y bienestar, como existió entre los ‘ñawpa runakuna’(5) como sugieren los mitos que guían los pueblos.”
(5) ‘Ñawpa runakuna’. ‘Runasimi’: ’ñawpa’, ‘primer, primero’; ‘runakuna’, ’personas, hombres’. Son los primeros habitantes de un pueblo, de un país, del mundo. ‘Ñawpa’ significa ‘lo primero, los más antiguo’, como también ‘lo que está más adelante’, le da connotación de futuro. Por esta razón, ‘ñawpay’ significa ‘adelantarse’.
“La racionalidad en la cosmovisión andina es el resultado sistematizado de experiencias de trabajo efectuado en el país entre las décadas de los sesenta y noventa del siglo XX, y lo mejor que va del presente siglo. Como punto de partida se considera que la memoria colectiva de los pueblos tiene sus propias raíces, fundamentos, componentes, racionalidad y dinámica, que sirven como fuerzas impulsoras para viabilizar procesos sustentables y sostenibles de cambio, pero que hasta hoy no fueron tomadas en cuenta. Por el contrario, el pensamiento moderno de Occidente ha considerado que las percepciones, representaciones, explicaciones, conocimientos y tecnologías andinas son una traba para el desarrollo y debían ser sustituidos o reemplazados.”
“Las percepciones exógenas, instrumentadas por el pensamiento eurocentrista grecorromano, judeocristiano y anglosajón, explican la cosmogonía andina desde sus propuestas para “integrar” estas sociedades a la sociedad nacional, oficial y occidental. En este sentido, nuestra propuesta privilegia lo que existe en la interioridad de la cultura andina, capaz de incorporar en su estructura elementos exógenos a través de procesos de recreación y reinterpretación para autoafirmarse y fortalecerse. La cultura andina, desde siempre, es móvil, dinámica y diferenciable de otras lógicas. El mundo andino tiene su propuesta explicativa, ajena a las escuelas y corrientes teóricas del pensamiento eurocentrista, tarea iniciada por algunos autores como nuestro José María Arguedas. La cosmogonía andina perdura desde tiempos inmemoriales porque su raíz está presente y sus frutos ya se perfilan para verse en el futuro. Por eso sus mitos son vigentes.”
“Al respecto, un hecho circunstancial nos impactó en Lima, cuando con Lorenzo Huertas Vallejo, maestro y amigo, hablábamos acerca de los mitos prehispánicos que correlacionan espacios y tiempos con eventos de desorden de la naturaleza, como el fenómeno de El Niño, el cambio climático, las inundaciones, las sequías, los terremotos y otros como las convulsiones sociales. Un adolescente que limpiaba nuestros calzados estaba atento a la conversación y al mito ‘Hapi ñuñu’ (4) que Lorenzo había encontrado en los archivos históricos, y de pronto nos dijo: “Esto es cierto, en mi pueblo también hay”. Nos relató que en su natal Lircay, Huancavelica había escuchado los mismos mitos. Nos habló de sus lugares sagrados, y de otros mitos de su pueblo. En Lima, el 16 de febrero de 2001, a inicios del siglo XXI y III milenio, descubrimos que los mitos prehispánicos sobre el origen del hombre y la cultura seguían vigentes, así como el hombre sigue viviendo de su propia historia.”
(4) El mito refiere que había un enano que tenía la propiedad de hacer dormir a las mujeres y luego ultrajarlas sexualmente sin importarle su edad y condiciones. Ante este hecho pidieron al padre Sol que castigue al enano. El padre Sol oyendo la súplica de los pueblos bajó cerca a la sierra recalentándola y los enanos huyeron hacia las profundidades y desde ese entonces dejaron de molestar a las mujeres.
“Es que el Perú tiene más de las dos terceras partes de la zonas de vidas registradas del mundo; es uno de los países que alberga la biodiversidad más vasta, con una heterogeneidad de recursos, economías, culturas, etnias, y lenguas vivas, condiciones que imposibilitan la uniformidad en la cultura y menos la homogeneización de la sociedad. La topografía corrugada de los andes hizo que sus habitantes desarrollen un amplio sistema de saberes y tecnologías que le han permitido coexistir y convivir con la naturaleza, considerada por los que no son del lugar como agreste. El hombre andino conoce las características de esta, sus cualidades y propiedades, y por eso la utiliza con racionalidad. Las nuevas tecnologías y las ciencias están llamadas a tomar en cuenta la ecología andina y el respeto a los saberes tradicionales de los pueblos que habitan en ella.”
“Los proyectos de promoción y desarrollo serán eficaces con la sabiduría y la tecnología ideada, innovada y aplicada por la sociedad andina que utiliza con racionalidad los recursos que la naturaleza madre ofrece, sin depredarla ni destruirla. Estos saberes y tecnologías, sin embargo, solo serán puestos en vigencia previa comprensión lógica del pensamiento y la cosmovisión andina, con su propio orden y componentes que definen sus características y aplicaciones; comprensión que, en la actualidad, es restringida por los escasos aportes teóricos y metodológicos para entenderla desde su interioridad.”
“Nuestro propósito es explicar la cosmovisión andina a partir de sus antecedentes, componentes y la perspectiva andina. Supone la construcción y uso de marcos teórico- metodológicos propios a fin de que los estudiosos de las ciencias aplicadas, técnicas y los agentes que intervienen en los pueblos etnocampesinos sepan comprenderla y ejercerla con respeto hacia tales culturas.”
“El texto explica, a partir de evidencias etnográficas y escritas, el proceso de la sociedad andina, y busca la identificación y rescate de los elementos de esta cultura que sirvan para la reconstrucción del anteproyecto andino del desarrollo, que siempre existió y que se mantuvo y mantiene latente en la memoria y prácticas colectivas, siempre en nuevas condiciones de existencia. Latente porque la ponen en vigencia cuando las propuestas exógenas, siempre condicionadas, fracasan, se truncan, se interrumpen o, simplemente, se suprimen. en estas circunstancias, la propuesta andina emerge y se hace vigente, y su aplicación asegura la producción material, aún en los períodos naturales y sociales más adversos. Es decir, como señala Claverías (1980), el autoproyecto de desarrollo andino existe y se constituye en la “primera opción” y, al mismo tiempo, en el “último recurso” para la producción de los satisfactores de la sociedad.”
“El hecho de que coyunturalmente la propuesta andina se haga vigente en una muestra de su potencialidad como alternativa para el desarrollo económico y social de la población andina, por lo que imperioso redescubrirlo en toda su dimensión si se quiere reconstruir la sociedad de la “armonía” y bienestar, como existió entre los ‘ñawpa runakuna’(5) como sugieren los mitos que guían los pueblos.”
(5) ‘Ñawpa runakuna’. ‘Runasimi’: ’ñawpa’, ‘primer, primero’; ‘runakuna’, ’personas, hombres’. Son los primeros habitantes de un pueblo, de un país, del mundo. ‘Ñawpa’ significa ‘lo primero, los más antiguo’, como también ‘lo que está más adelante’, le da connotación de futuro. Por esta razón, ‘ñawpay’ significa ‘adelantarse’.
“Creemos que esta entrega con aportes de la población etnocampesina y de intelectuales de América andina, logrará su objetivo; despertar las conciencia para conocer mejor las poblaciones etnocampesinos, protagonistas de los procesos sociopolíticos actuales. Debemos redescubrir nuestras energías, capacidades y potencialidades para no seguir siendo esa “civilización negada”, sino autores y actores de nuestra propia historia, una historia diferente a la oficial, que nos presenta nombres, fechas y héroes sin tomar en cuenta la participación de los pueblos. Esto se evidencia cuando se refunde el país inspirado en la ética y la moralidad andinas que se sintetizan en la laboriosidad, el culto al trabajo, el espíritu proactivo y cuando toda actividad humana sea concebida como fiesta, celebración y ritualidad. Relaciones que se sustentan en el trato y el diálogo antes que en la negociación, el contrato y la manipulación.”
Cuando entregamos este libro lo hacemos para que sea sometido a juicio crítico de los lectores, para que ejerzan con agudeza y sin indulgencia las observaciones, comentarios y apreciaciones para celebrarlo en un ‘tinkuy’ académico.”
“La racionalidad en la cosmovisión andina" de Juan José García Miranda. Introducción. pág 22.
Cuando entregamos este libro lo hacemos para que sea sometido a juicio crítico de los lectores, para que ejerzan con agudeza y sin indulgencia las observaciones, comentarios y apreciaciones para celebrarlo en un ‘tinkuy’ académico.”
Lima, 2015
“La racionalidad en la cosmovisión andina" de Juan José García Miranda. Introducción. pág 22.
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