‘Las islas del Sol y de la Luna. Ritual y peregrinación en el lago Titicaca' - 2 - La Cuenca del Lago Titicaca y su prehistoria. La cuenca del lago Titicaca. Autores: Brian S. Bauer y Charles Stanish.






La cuenca del lago Titicaca.


“La mayor parte de la població de la cuenca del Titicaca vive actualmente a unos cuantos kilómetros del lago. A medida que nos alejamos de éste, los poblados ràpidamente se hacen màs pequeños y dispersos, habitados por pastores y agricultores magistrales. Este patròn de asentamiento es un resultado directo de la geografìa de la cuenta. La gran masa de agua eleva la temperatura ambiental cerca del lago y prolonga la temporada de crecimiento en su orilla. Está delgada tira de tierra es una de la zonas más productivas de la sierra andina y durante largo tiempo ha atraído los asentamientos humanos.”

“En el lago tambièn hay muchas islas. Las màs grandes como Amantani y Taquile, cerca de la ciudad peruana de Puno; Pariti, cerca de la orilla sur del lago; y las islas del Sol y de la Luna, cerca de la costa de Copacabana, mantienen hoy comunidades. En cambio, las islas màs pequeñas estàn por lo general deshabitadas. Usualmente son propiedad de comunidades vecinas y se les usa como estaciones de pesca, por sus bosquecillos y para algunos cultivos o el pastoreo de animales.”

“El territorio frío, abierto y escarpado que rodea al lago ha fascinado a los viajeros, naturalistas y estudiosos por largo tiempo. La altura y la baja pluviosidad en la temporada seca (mayo a septiembre) producen un medio árido durante la mayor parte del año. Sin embargo, este austero paisaje florece con las lluvia que comienzan en octubre y noviembre. Las flores rojas, azules y amarillas de los cultivos agrícolas crecen en medio de los verdes pastizales y convierten la región, de un desierto a gran altura, en un paisaje agrícola rico y productivo. Las laderas de los cerros encima del lago soportan extensas áreas de cultivos de papas, en tanto que las estàn a mayor altura (por encima del los 4.000 m.s.n.m.) denominadas puna, estàn cubiertas con resistentes pastos de tierras altas que brindan forraje para los camèlidos andinos, sobre todo llamas y alpacas.”

“El temprano cronista español Pedro Cieza de Leòn nos da una de las primeras relaciones detalladas de la zona escritas por un extranjero. Se trata de una descripciòn que sigue evocando las imágenes que un viajero moderno ve y siente en el paisaje de altura del Altiplano: Esta parte que llaman Collas es la mayor comarca a mi ver de todo el Perú, y las más poblada. Desde Ayauire comienzan los Collas, y llegan hasta Caracollo. Al oriente tienen las montañas de los Andes, al poniente las las cabezadas de las sierras nevadas, y las vertientes de las que van a parar al mar del sur. Sin la tierra que ocupan con sus pueblos y labores hay grandes despoblados y que están bien llenos de ganado silvestre. En la tierra del Collao está toda llana, y por muchas partes corren ríos de buena agua. Y en estos llanos hay hermosas vegas muy espaciosas y que siempre tienen yerua en cantidad, y a tiempos muy verdes aunque en el estìo de agosto como en España. El invierno comienza (como ya he dicho) de Octubre, y dura hasta Abril. Los días y las noches son casi iguales: y en esta comarca hace más frío que en ninguna otra de las del Perù, fuera los altos y sierras nevadas; y casualidad ser la tierra alta: tanto que ayuda a emparejar con las sierras. Y cierto si esta sierra del Collao fuera valle hondo, como el de Xauxa, o Chuquiabo, que pudiera dar más, y si tuviera por lo mejor y más rico de gran parte de estas indias [...] pero como es tan fría no da fruto el maíz, ni hay ningún género de árboles. Antes era tan estéril, que no da frutos de las muchas que otros valles producen y crían. (Cieza de León 1984: 271-272 [1553; Pte. I, cap. 99, f. 125-125v])

“La descripción que Cieza hace de una región simultáneamente ‘verde’ y ‘fría’ capta la paradoja de una zona climática alta e intertropical, atemperada por un gran masa de agua. La gran altura y las ciudades montañas de la región, como las bajas temperaturas y humedad, alteran su naturaleza tropical hacia condiciones más típicas de zonas alpinas. (Dejoux e Iltis 1991; 11). Con todo, intensas lluvias en una restringida temporada veraniega crean un paisaje de altura que florece con plantas naturales y campos agrícolas.”

“La precipitación anual promedio en la cuenca del lago Titicaca es sumamente variable, y va de alrededor de 500 a 1.500 mm/año, estando las zonas más secas al sur y las más húmedas al norte. La temperatura media fluctúa entre 7° y 10° C (Roche et al. 1191: 886-87). Aunque la cuenca como un todo tiene un clima bastante frío, la temperatura media a orillas del lago a menudo supera los 8° C (Boulange y Aquize 1981). En general, las temperaturas son más elevadas cerca del lago y se hacen gradualmente más frías lejos del agua. Esto, se función no sólo de la masa de agua sino también de la altura, la cual se incrementa con la distancia de la orilla del lago.”


‘Las islas del Sol y de la Luna. Ritual y peregrinación en el lago Titicaca' - 2 - La Cuenca del Lago Titicaca y su prehistoria. La cuenca del lago Titicaca. Autores: Brian S. Bauer y Charles Stanish. Traducción de Javier Flores Espinoza. Pág: 42. University of Illinois at Chicago. Institute for World Archaeology. Centro Bartolomé de las Casas. Cuzco, junio del 2003.

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